proyectos pequeños

Habéis oído decir que no hay proyecto pequeño, pues yo creo que hay que hacer una corrección al dicho, ‘no, en serio, NUNCA hay proyecto pequeño’, y si lo parece, o te lo crees… cuidado.

Este tampoco es un proyecto pequeño, pero sí es un proyecto precioso en todos los sentidos.

Os doy las claves: familia con una vivienda en un primero con mucha luz exterior y buena distribución. Familia con inquietudes delicadas y una cierta tendencia al orden de base que permita que la vida se pose con naturalidad. Conocedores de la cultura japonesa por inquietud y cercanía.

Quieren cambiar sus piezas de baño y revestimientos, un poco fuera de tiempo ya, quieren comodidad, luz, y economía, pero dentro de un orden: es su casa y quieren hacer algo que resista el paso del tiempo material y conceptualmente. Quieren que se cree un nuevo orden que contagie a la casa y ella tenga ganas de ir cambiando.

Planteamos una distribución que gana espacio y luz y conseguimos liar en el proyecto a un carpintero artesano con formación en carpintería japonesa, Luis de CASABIO. Con el que hemos estado trabajando en las reformas en Madrid y ya se ha currado previamente unos cuantos inventos, míos y suyos también… en este proyecto llegamos a presupuestar una bañera de madera! pero no, sin embargo sí van esas preciosas puertas de pino y lino.

Conseguimos liar también a Victor Alonso, a quien ahora ya quiero llamar cómplice. Un constuctor fino, con un punto sorneiro que le sienta bien; con él también hemos hecho una escuela teatro en Porriño de muy bajo coste, Victor nos concedió el lujo de meterse totalmente en el proyecto, así salió una joya, que espero que los propietarios sepan apreciar… pero eso es otra película.

Disfrutad de estas imágenes, de los espacios que se crean y de las piezas de madera. El armario de las toallas es compartido, como el de los curas, que me dice Chao… preguntadle a él 🙂 Las luces son cajeados sencillos en el techo de pladur, fluorescentes cálidos y piecita de metacrilato, las usamos tb para resolver las transiciones de los espacios porque nos cargamos un tabique con el salón que quitaba luz, y alguna cosa más, los cajeados de luz fluo nos han ayudado a que los falsos techos puedan variar entre espacios sin que nadie se dé cuenta de nada más que de que hay más luz y no se sabe de dónde. Parece que un amigo les preguntó que dónde más habían abierto ventana para que esto estuviese así.

ME ENCANTA! Desaparece el técnico y el proyectista y aparece por arte de magia el espacio donde cabe DESORDENAR CON EL USO!